El limpiaplumas

Cuando comencé mi educación escolar cursé mi preparatoria,asi se llamaban los primeros seis años de educación,casi inconcientemente, muy poco puedo recordar de lo que me enseñaron y no me explico cómo podía ser buena alumna. En mi mente, hoy en día, están los edificios de los colegios, las profesoras que tuve  y algunas compañeras de curso. En mi época una buena alumna andaba siempre con la falange del dedo anular azul,incluso me acuerdo que los pupitres del colegio tenían unos orificios que en épocas anteriores se colocaban unos tinteros de porcelaba blancos. Recuerdo que alcancé a usar pluma y lapicero de palo y escribía con tinta algunas caligrafias, una lata, lo mas hermoso de todo esto eran unos limpiaplumas que mamá me hacía parecidos a una flor con varias capas de pétalos,todos de género de franela y que se unían con un botón, una maravilla. Pronto mi papá me regaló una lapicera que se cargaba con tinta y siempre se me reventaba en la blusa del uniforme, la mayoría de las veces mis manos, mis cuadernos estaban manchados de tinta  y había algo también muy interesante, un secador de tinta, que era como un barquito forrado con un papel secante. estos son mis recuerdos mas gentiles que tengo de mi época escolar.Lo demás que recuerdo son dias fríos,salas oscuras y un penetrante olor a gallina que venía quién sabe de dónde y lo peor del colegio y que no quiero ni recordar era el bordado y una cosa espantosa que le llamaban deshilado. Menos mal que esas cosas me las hacía mamá.