Allí estaba nuevamente el eterno cocinero, que vestido como dentista se agarraba a la alcachofa y cortaba sus espinas, mientras comentaba sobre las propiedades nutritivas que tiene la pobre y algo sobre los radicales libres, yo sentada observaba su hacer con cierta sospecha, nunca me gustaron las alcachofas en el estofado, tienen mucho fierro- me dije - sorbiendo el café de la mañana, la verdad que no pensaba hacer alcachofas ni menos cortarles las espinas. Suena el timbre rompiendo mis tranquilidad, abro la puerta, es mi amiga Colontai : El ataque a Libia es inminente!!entra como un torbellino, como de costumbre, hablando sin explicar nada como que hablamos desde anoche, al entrar deja un fuerte olor a shampoo, me pregunto si yo entro en una casa que olor tendré? ..ya!! - le digo algo preocupada-', y que piensas a hacer? Como qué piensas a hacer? No es esa la respuesta..ni menos la pregunta!!!.. Oh perdona- yo estaba aún con el café y las alcachofas sin espinas... Mira-me dice mirandome con esa mirada crítica de que eres retardada- te traigo estas naranjas, me trajeron muchas ayer y como no me gustan te las traje....Bueno te dejo, píntate un poco el pelo se te ve horrible..adios..
y bueno..Adios! Cierro la puerta, me siento en la silla cerca de la ventana y estuve absorta hasta que el olor a shampoo se desvaneció.