jueves, 16 de junio de 2011

Camino arriba

A veces la vida se hace camino arriba  y nos pilla generalmente llenos de cargas superfluas, es este momento cuando hay que tirar todo lo que no nos sirve, que nos cansa y no nos deja avanzar ni disfrutar del viaje.
Llegamos desnudos  desnudos nos vamos.
No se por qué hoy pensé en las cargas que llevamos, debe ser  alguna que tengo por ahí y mi ego acaparador no me deja ser conciente de ello..
Estoy segura que no son cargas materiales, que pesan menos que las emocionales o sentimentales, seguro algún trauma infantil...Qué miedooooooo.pero no me lo quiteis que es mío ...
.

5 comentarios:

  1. nadie nos puede quitar lo que no queremos dar. que se caiga solo nomás...o te lo llevas contigo, ya habrá tiempo y circusntancias más adelante para modificar o botar el pelillo. Raque, estamos taaaaan cargados, que a veces ni nos damos cuenta cómo a lo largo de esa empinada cuesta que hacemos de la vida, se nos van cayendo algunos bultos. y, a veces aligeramos, otras, recambiamos; tiramos uno y recogemos otro, I mean.
    Actitud 100% hasta el punto en el corazón. Y elegancia, siempre con elegancia, por favor...

    Por cierto, se le puede quitar la palabrita rara que hay que poner para comentar. Yo lo hice, hay que ir a configuración de comentarios.

    ResponderEliminar
  2. Las cargas, creo yo, son siempre opcionales y se llevan como fardos en nuestro inconsciente porque muchas veces ni siquiera somos capaces de identificarlas... Se pasean por nuestra vida como una especie de asignatura pendiente, un rojo, un reprobado que de alguna manera, aunque haya sido causado por algo ajeno a nosotros/as, igual se vuelve una responsabilidad personal; no por nada los sentimos nuestros, una posesión, casi un tesoro del que cuesta desprenderse... ¿Por qué? Quizás porque siempre son fruto de una experiencia intensa, algo que nos marcó sin posibilidad de escape, algo que nos hizo vibrar, negativamente, pero vibrar al fin y al cabo. Y a los seres humanos les cuesta desprenderse de aquello que lo hizo SENTIR, aunque haya sido algo negativo pues, como sea, es algo que lo hizo sentir vivo... Y cuesta desprenderse de aquello que nos marc´tanto, aunque conscientemente ni siquiera tengamos claro de qué se trataba... Y, claro, también está el miedo, miedo a descubrir algo que nos apabulle, que nos descuadre, que nos saque del foco en el que nos sentimos seguros/as, algo que nos asuste incluso de nosotros/as mismos/as... Gran tema el de las cargas!
    Besos! xxx

    ResponderEliminar
  3. A veces creemos que son tan nuestras estas cargas que las confundimos con nuestro yo intimo. La experiencia que hemos tenido,no la olvidamos, tenemos incluso reacciones automaticas cuando olemos algo que nos trae recuerdos tan nuestros que no somos concientes de ellos y nos decimos esto no me gusta, a esta persona no le creo porque tiene ese olor acido..y no sabes por que, y nunca te equivocas.. Creo que las cargas se van cayendo solas o se van achicando que caben en una lagrima..

    ResponderEliminar
  4. Mmmm...es fácil ser humanos: basta dejarse invadir por las propias cargas.
    Saludos, Raque.

    ResponderEliminar
  5. hay cargas que cuesta dejarlas, cuesta quitarlas. Nos cuelgan y nos colgamos letreros desde que nacemos y creo que uno empieza a eliminarlas en la misma medida que las identifica y valora que ya no le valen para nada , que ya cumplieron su papel.Pelillos a la mar. Lo importante es soltar lastre, no alimentarlo mas.

    ResponderEliminar