jueves, 10 de mayo de 2012

La Seci Bon

La Seci Bon

La llamaban Seci Bon, era rubia rabiosa con marcadas raíces negras en el pelo, de corazón grande , cariñosa y sensual, fumaba mucho con una boquilla de carey, regalo de algún admirador, la pensión donde vivía era de aquellas donde nadie casi pagaba, a nadie nunca echaban y las cuentas se pagaban entre todos cuando llegaba la amenaza de corte. La Seci Bon usaba perfumes y cremas en cantidad y ,por donde pasaba su cuerpo alto y regordete dejaba su aroma da perfume barato impregnando el aire con la crema de lechuga . Dormía siempre hasta muy tarde, ella era la única que traía dinero a casa, por lo que la dejaban dormir cuanto quisiera. Un día comenzó la tos, esa tos que todos temen, esa tos que todos escuchaban preocupados y que traspasando las paredes y cortinajes de la vieja casa de pensión les martillaba la cabeza: ya nadie traía dinero a casa, ya nadie cantaba, ya nadie ríe. .

La Sra Marta, una de las clientas, decidió a llevar sus cosas a la casa de empeños, allí por cinco pavos  dejó en consigna: las sábanas de lino, los manteles bordados que tenían tanta historia .. La Seci Bon comenzó a empalidecer y ya su pelo no era esa mata rubia, sus mejillas lucían la barba morena/canosa, y sus olores pasaron a ese olor impregnante de mentol y el eucaliptus en sus humores nada agradables que le provocaban la debilidad.
Seci Bon dejó el mundo y en su velorio se escuchó una y otra vez la voz gangosa de Ives Montand que cantaba susurrando C'est si bonne.
Al mes, uno de los clientes trajo a otra rubia despampanante, esta vez su nombre era Margot.....

Raquel Vega
AZur 9 de mayo del 2012

4 comentarios:

  1. El recuerdo, el asombro y un viejo color a vanidad senil.
    La desolación enferma... y esa salud de otoños.
    Me encantó.

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  2. genial, Seci Bon, Raque... ¿esa vida ya no será así, verdad? me refiero a la de las pensiones del puerto, porque la localicé en Valparaíso a la Seci. Era otra gente, personajes de todas partes de otros tiempos, como almodorovianos, como garcíamarquesianos, pero que no tienen que ver con ellos; ellos los inspiran, pero la realidad de esas existencias tragicómicas les pertenecen para siempre jamás.

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  3. Me encantaria que siguiera extiendo esta gente, pienso que son eternos, mas alla de la situacion social y politica, a ellos les toca la vida misma del corazon hecho pedazos, tan fragil como un cristal.. Es verdad Enrique la gente de la pension eran todos mayores, que con pensiones mesquinas y recuerdos de salones y mesitas ratones..viven su invierno a costa de seres como Seci Bon, que como sabemos con ese gran corazon que poseen llegan a esos acuerdos sociales tacitos

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  4. Todo un personaje, la Seci Bon, libre, carnal, sensual y vividora... También vulnerable y sensible a los vaivenes de la vida y el destino... Inolvidable en su existencia un tanto esperpéntica, pero nunca carente de estilo... :-)

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